Desde Salamanca, cuna del ibérico, trabajamos para acercar a cada hogar el auténtico sabor de nuestra tierra, manteniendo los más altos estándares de calidad y cuidando cada detalle, desde la crianza de nuestros cerdos hasta la presentación final de nuestros productos.
Nuestros productos proceden de cerdos ibéricos criados en libertad, cuya alimentación natural y el proceso de curado tradicional garantizan piezas llenas de sabor, con un aroma y textura que enamoran al primer corte.
Apostamos por la innovación sin perder la esencia, utilizando las técnicas más avanzadas de trazabilidad y conservación para que cada cliente disfrute de un producto seguro, auténtico y con el mismo sabor de siempre. Porque para nosotros, la cultura del ibérico no es un lujo, es una forma de vivir y compartir.